3 motivos para acudir al Fisioterapeuta, como medidas de prevención para evitar grandes lesiones o patologías
- Medidas preventivas: Según el ejercicio o actividad que se practique, el fisioterapeuta puede recomendar, pautas para aplicar frío o calor cuando existe una lesión leve, vendajes para cuidar tobillos en futbolistas o baloncestistas, vendajes de dedos para escaladores o jugadores de pelota, y otros tipos de medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de lesión y mantener un buen nivel de rendimiento.
- Técnicas pasivas: Lo mejor de la fisioterapia son las técnicas activas. Es decir, aquellas en las que el sujeto participa realizando un ejercicio para mejorar su estado de salud.Sin embargo, las técnicas pasivas son también muy útiles. Por ejemplo, estiramientos, masaje y/ o automasaje para relajar la tensión de los gemelos o la región lumbar, ejercicios de movilidad o bien de otras regiones, dependiendo del ejercicio practicado. Si estas técnicas se realizan antes de que el dolor sea un problema limitante (hablamos de un dolor de origen muscular o articular principalmente) pueden garantizar una disminución del riesgo a sufrir una lesión que requiera un tratamiento más largo.
- Derivación a otros profesionales: Como profesionales sanitarios, los fisioterapeutas son capaces de atender una serie de problemas, o de prevenirlos. Pero también es muy útil su capacidad para derivar a otros profesionales, según las necesidades de la persona. Ya sea a otros profesionales sanitarios, o bien a entrenadores personales o centros deportivos, para que el asesoramiento de la persona en cuanto a ejercicio y salud sea lo más completo posible.
En conclusión queremos resaltar que, la prevención es más ventajosa que la curación, al igual que en otras profesiones sanitarias. Una comparación apropiada sería con los dentistas, ya que es más práctico, fácil acudir al dentista con regularidad antes de que haya un dolor que no nos deje ni comer. Las medidas preventivas ayudarán a que los daños sean mucho menores. Con la fisioterapia pasa igual: no está de más acudir a recibir información, asesoramiento, tratamiento y entrenamiento antes de sufrir una lesión que nos deje un tiempo en el dique seco, y que tal vez podríamos haber evitado (o reducido su alcance) aplicando las medidas correctas.